Viola de rueda
La viola de rueda, también conocida como zanfona, organistrum, sinfonía, çinfonía, etc., pertenece a la familia de los instrumentos de cuerda frotada. Su origen se remonta allá por los siglos IX y X. Entonces ya se oía hablar de un instrumento llamado organistrum que se caracterizaba principalmente por tener una rueda que, mediante la acción de giro, frotaba las cuerdas generando un sonido contínuo, a su vez, la existencia de un teclado que pulsaba la cuerda, hacía que se pudiera tocar simultáneamente una melodía. El término organistrum parece ser que está emparentado con la primitiva técnica polifónica de organum (donde una vox principalis era acompañada por una vox organalis).
La mayoría disponía de tres cuerdas: una cantora que tocaba la melodía principal y dos bordones, que hacían los acompañamientos.
La primera referencia escrita se basa en una obra acerca de su construcción:
Quomodo organistrum construatur (Cómo construir un organistrum), atribuida al abad Odón de Cluny (Eiusdem Oddonis, año 900 aprox.),
que describe cómo ubicar las teclas a lo largo del mástil para lograr una escala musical completa.
Debido a su complejidad mecánica y dificultad de ejecución, el organistrum
fue considerado el instrumento musical culto por excelencia de amplia difusión en el entorno religioso de la época medieval, como lo demuestra el hecho de que
aparece representado en multitud de manuscritos y en las catedrales románicas más importantes de la época. En un principio se trata de un instrumento grande,
manejado por dos personas, una que acciona las teclas y otra que se encarga de mover la rueda.
A lo largo del siglo XIII evoluciona haciéndose más pequeño y manejable por una sola persona, con lo que comienza a utilizarse también en el ámbito profano.
Un menor tamaño y peso facilitaba el transporte y el teclado pasó a utilizar teclas pulsadas, en lugar de las de tracción (el Códice de San Basilio copiado
por Martin Gerbert en 1700 muestra teclas pulsadas que retroceden por efecto de la vibración de las cuerdas). Esta técnica permitía melodías más rápidas y
facilitaba la ejecución por una sola persona, que con la mano derecha accionaba la manivela y con la izquierda el teclado, pudiendo cantar simultáneamente.
Esta nueva tipología se denominó simfonia, que es como aparece en la literatura hispánica de entonces. Actualmente el término zanfona (o viola de roda) es utilizado para referirse a este instrumento mecánico de manera habitual.
El instrumento de la imagen es una reproducción realizada por el lutier Jesús Reolid, de una de las pinturas murales góticas de la cripta de Santa María del Perdón, de la Iglesia de San Esteban que se encuentra en la localidad de Sos El Rey Católico (Zaragoza), villa en la que nació Fernando II de Aragón.
Se trata de una sinfonía o viola de rueda de trastes (carente de teclado). Una de las versiones menos habituales y mas extrañas y primitivas de este instrumento.